martes, 7 de agosto de 2012

SAUNA #22, especial MAMbA: "Gestos, mentiras y museo", mis preguntas a los AO y sus respuestas, más algunas reflexiones sobre el caso


Enlace directo a la revista:

Gestos, mentiras y museo   
Preguntas a los AO y reflexiones sobre el affaire Mamba

Jan Banning, USA, de la serie Bureaucracy (Burocracia), 2002

 Desacostumbrados al ejercicio de la crítica objetiva y a un saludable  disenso, el affaire MAMbA nos conmocionó a todos e hizo cimbrar al mundo del arte.
Los artistas (los donantes y los no), las políticas culturales del gobierno metropolitano y la dirección del MAMbA quedaron en el centro del debate.
De los artistas convocados a participar y donar sus obras en la muestra, surgió la agrupación AO (Artistas Organizados). No obstante, al acercarse a ellos en busca de respuestas, uno cae en la cuenta que hay tantas posturas, ideologías y motivaciones como individuos que la componen. Con muchas contradicciones, con la timidez de los primerizos y con el lógico miedo que provoca el riesgo de las jugadas ultra, el gesto político primero no condijo con las acciones siguientes, licuando así el resultado final.
No obstante, este resultado no es terreno yermo. Creo que las acciones comenzadas tanto por los AO como por los que se negaron a donar sus obras para la muestra Últimas Tendencias II, pueden ser un muy buen punto de partida para cambios y transformaciones aunque, claro, habrá que sostener postura, ideas y acciones cuando los ecos de la batalla se hayan apagado. Y lo más difícil, todos lo sabemos, es sostener en el día a día.
Una cosa más. La Carta de los AO pone al otro lado del ring al Gobierno de la Ciudad y sus políticas culturales, ignorando llamativamente la sempiterna gestión de Laura Buccellato, directora del MAMbA, que peca del peor de los males que puede padecer la función pública: el enquistamiento en el poder.
¿Hay entonces un fondo partidista en esta acción? Para el caso, lo grave sería desviar las responsabilidades de cada uno de los actores del conflicto por una cuestión ideológica, en éste punto, irrelevante.
Es necesario ajustar políticas culturales, hacer cumplir códigos deontológicos e implementar una efectiva legislación de museos, sí; pero no debe desatenderse tampoco que la perpetuación en los cargos directivos y en los espacios de decisión, convierte a los museos en prosaicos quioscos personales. O en instituciones estáticas, pauperizadas y tenebrosas como la Casa Usher.

Preguntas de Mariano Soto a los AO (Artistas Organizados)

1- ¿Por qué no aceptaron ser entrevistados por la revista, en lugar de acceder sólo a responder preguntas por escrito?

La intención detrás de este procedimiento es generar información clara que no sea susceptible de edición y manipulación periodística. Por otro lado fue la manera que encontramos para que el contenido que llegue a los medios pueda estar previamente consensuado por el grupo, y de esa manera ser representativo y legítimo.
Abrimos un espacio con nuestra primera declaración y queremos seguir brindando contenidos. Somos artistas y el haber acordado expresarnos sólo a través de escritos, cuidados y votados por la mayoría, no es sólo un gesto político: es un manifiesto.

2- Estando al tanto de la situación desde hace ya tiempo, ¿por qué esperaron tanto en reaccionar?


Esta situación es sólo una de muchas a las que se expone el artista y que solíamos afrontar sin manifestar nuestro malestar y mucho menos organizarnos de manera colectiva. Por la propia naturaleza de nuestra actividad, solemos actuar en soledad. Por otro lado, tanto en la esfera pública como privada, los tratos son con cada artista individualmente. En este caso particular, el malestar fue circulando entre nosotros y por primera vez en muchísimos años, decidimos unirnos y empezar a actuar de modo colectivo y solidario. Este deseo de agrupamiento estaba latente en muchos y esta ocasión nos permitió la cohesión.
Entonces, la pregunta no es por qué esperamos tanto tiempo sin reaccionar si no hasta qué momento uno tolera usos y costumbres que considera injustos. Pensamos que el campo del arte local está en una situación de madurez mayor que hace unos años y que eso permite que este reclamo en contra de un procedimiento así sea comprendido por todos los agentes de este sector profesional, aún cuando pueda haber diferentes posturas en cuánto a las acciones a tomar. Nuestro reclamo de fondo tiene que ver, antes que nada, con mejorar las condiciones del trabajo artístico.

3- ¿Qué criterio aplicaron a la hora de no aceptar a determinados artistas en la organización o en hacer que las asambleas sean cerradas y de ingreso restringido?

Las asambleas no son cerradas ni restringidas, están abiertas a cualquier artista que quiera participar y que muestre interés y compromiso en continuar el trabajo que empezamos aquí. Durante las primeras reuniones sí consideramos que era importante acotar el ingreso, para que en los momentos de decisión estuvieran presentes fundamentalmente los interesados directos en la coyuntura puntual que nos aglutinó. Fue una medida tomada en la emergencia del momento, pura y exclusivamente pensando en no complejizar la operatividad de un grupo tan incipiente que debía tomar un gran numero de decisiones en un tiempo muy acotado. La intención de AO es hacer crecer esta organización integrando a todos los artistas visuales y sus problemáticas.

4- ¿Cual es su postura frente a la gestión de Laura Buccellato?

AO cuestiona duramente la metodología implementada en ocasión de la muestra Últimas Tendencias II que intentó canjear donación por legitimación.
Señalamos que el título de la muestra funcionaba como una trampa extorsiva, para infundir presión en los artistas, y que todos aquellos que se negaron a donar por malestar y descontento fueron excluidos de la misma. Este tipo de procederes desvalorizan el trabajo de todos. Repudiamos el maltrato desproporcionado que esto implica.
Este sistema de adquisiciones por donación de obras en forma masiva fue implementado durante la crisis de 2001 y más de 10 años después, dentro del marco de un nuevo contexto social y político nacional, intenta repetirse sin ningún cuestionamiento ni modificación.
Es el resultado de muchos años de desatención a la cultura en la ciudad. Prueba de esto es, por ejemplo, que no tengamos una ley de museos en la Ciudad de Buenos Aires con todas las consecuencias que esto acarrea: falta de presupuesto operativo asignado, falta de seguridad y cuidado para las obras del acervo y las exhibiciones, falta de personal competente y formado en todas las áreas, imprecisión (y por lo tanto librado al arbitrio personal) de las funciones del museo, etc.
En la medida en que Últimas Tendencias II pretende ser una muestra que de cuenta de lo más destacado de la producción artística de los últimos 10 años, AO manifiesta su disconformidad con que se genere historia sin realizar un trabajo serio de investigación y selección de los artistas, con curadores, historiadores e investigadores calificados que realicen un estudio profundo de la década y lo plasmen en un texto curatorial a la altura de las circunstancias.
Y que además, se deprecie conceptualmente el enorme aporte de los artistas en estos años proponiendo su visibilidad a través de la obligatoriedad de donación.
Estos procedimientos son ejemplos de algunos de los métodos utilizados en el mundo del arte argentino que nos interesa cuestionar. Este tipo de abusos no deberían ocurrir en ningún ámbito, menos aún en el público, que consideramos que debería sentar el modelo de conducta para todo.

5- Si el esquema de donación de obra no ha respondido a las expectativas del grupo, ¿cómo esperan ustedes que el MAMbA reorganice el sistema actual de adquisiciones?

El MAMba depende del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Nos permitimos pensar que si hay voluntad política, el museo debe contar con un presupuesto acorde al contexto: una ciudad de abundancia económica y excelentes artistas con producción de calidad. Si así fuera, podríamos hablar justamente de adquisiciones y no de donaciones.
Mientras no haya presupuesto para pagar esas obras, el museo debe poner sus energías en generar contenido, más que en ampliar su patrimonio. Conseguir fondos para hacer muestras -que no sean meros productos enlatados-, para exhibir y conservar su acervo, por ejemplo, para generar proyectos educativos y de diálogo con el contexto.
Un deseo que todos tenemos es que nuestras instituciones se mantengan dignamente y puedan funcionar sin exigirle a ninguno de sus trabajadores que trabaje gratis. No trabaja gratis un curador, ni la persona que limpia los espacios, ni el diseñador, ni el encargado de prensa, ni el director de un museo. ¿Por qué debería trabajar gratis el artista, que es además, quien da los contenidos, la razón de ser de estas instituciones? Sin artistas no hay arte, sin arte, no hay museos.

6- Atendiendo al tinte ideológico que tiene la carta, ¿son conscientes del grado de incoherencia de las acciones del día de la inauguración?

Incoherencia sería seguir callados, como un gran número de actores del sistema del arte desearían: artistas obedientes y mudos. AO se está construyendo, aceptando sus contradicciones, pero saliendo de la inacción y decidió aceptar la realización de la muestra “Ultimas tendencias II” como plataforma de visibilidad de su reclamo. También accionó para la suspensión del trámite de adquisición por donación hasta tanto no se revean las condiciones. No olvidemos que estos dos hechos, junto a la solicitada pública,  fueron la condición de posibilidad de existencia, al menos, de este cuestionario.
La manifestación de nuestro descontento fue abierta y circuló libremente por los medios y las redes sociales y alcanzó nuestro objetivo más inmediato que era señalar el problema; las soluciones luego hay que buscarlas entre todos, nosotros no tenemos las respuestas automáticas, ni es exclusivamente nuestro rol proveerlas; sí queremos que se dé el diálogo entre las partes y acelerar el proceso de encontrar soluciones para una larga lista de problemas vinculados a las políticas culturales y sobre todo al área de las artes visuales, problemas que evidencian una gran falta de madurez institucional. Entonces, estamos simplemente señalando un problema gigante, que no se resuelve en un solo paso y menos con la propuesta de un solo componente del campo (en este caso los artistas). Nuestro impulso principal fue y es empezar a convocar a ese debate público que la cultura local se merece tener desde hace tiempo, y que siempre ha sido pospuesto. Las instituciones y los artistas no pueden seguir actuando como compartimentos estancos. El espacio que estamos abriendo con nuestras acciones está en coherencia con nuestros objetivos futuros que son, justamente, la valorización del trabajo del artista, el reconocimiento de lo indispensable de nuestra participación como actores fundamentales del sistema del arte en un marco de transparencia y leyes claras.

AO
Artistas Organizados



sábado, 4 de agosto de 2012

Hoy estrena esta obra con textos y dirección de Mariano Pensotti en el Cultural San Martín: "El pasado es un animal grotesco"

Estreno, sábado 4 de Agosto

Jueves a Sábados 21hs, Domingos 20hs
Centro Cultural San Martin – Sala AB
Sarmiento 1551


Imagen: obra de Jorge Macchi


¿Es posible en estos tiempos inventar grandes ficciones que contengan lo que imaginamos junto a sucesos reales de nuestras vidas y de las vidas de las personas que conocemos? ¿Cómo influencia la historia de nuestras ciudades nuestra propia historia? ¿Qué sucede cuando la ficción es puesta dentro de un

marco temporal concreto? ¿De qué manera contar 10 años de la vida de una persona? ¿Cómo incorporar la Historia más reciente, sobre la que aún no se ha reflexionado en exceso, a nuestras historias más excesivas?
Estas son algunas de las preguntas que están en el origen de “El pasado es un animal grotesco”.
Las historias de cuatro personajes a lo largo de 10 años, desde 1999 hasta el 2009. A través de fragmentos breves e intercalados se narran las vidas de cuatro personas de Buenos Aires desde los 25 a los 35 años, el momento en el que uno deja de ser quien cree que va a ser para convertirse en quien es, con el ocasional marco de fondo de los cambios sociales y económicos de esos 10 años.
Algunas de esas historias hacen foco en lo cotidiano y otras más en lo extraordinario, algunas incluyen elementos documentales o autobiográficos y otras se sumergen abiertamente en la ficción. A su vez cada historia se bifurca y ramifica en pequeñas historias secundarias.
Se trata de un intento de narrar una multitud de historias, a la manera de las “novelas mundo” o los desmesurados relatos del siglo XIX, donde una ficción desatada es contenida por un marco histórico y temporal preciso.
La obra es actuada por sólo 4 actores. Encerrados en un disco giratorio que se mueve permanentemente ellos solos emprenden la heroica tarea de narrar y representar esa multiplicidad de historias, dando vida a docenas de personajes y situaciones.
Una “mega ficción” pero narrada con recursos escénicos mínimos.
Narrar el pasado es como poner la voz en off que le de sentido a los fragmentos dispersos de una película que se perdió para siempre.
En la obra, sustentado en el esfuerzo épico de cuatro actores que narran y representan una multitud de historias, el pasado se asoma como un animal entrevisto en la selva de los sueños, un animal que cambia de forma cada vez que lo recordamos, un animal grotesco.

Mariano Pensotti